Los casos de demencia podrían triplicarse dentro de 2050 si los países no afrontan los factores de riesgo
El número de personas con demencia podría triplicarse de aquí a 2050. Así lo afirma un estudio, publicado en la revista The Lancet Public Health, realizado por un equipo investigador internacional con la participación de la Dra. Ai Koyanagi y el Dr. Jacob Louis del grupo Epidemiología de los trastornos mentales y el envejecimiento del IRSJD.
La demencia es la séptima causa de muerte y una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre personas mayores en todo el mundo. Se considera demencia cualquier disminución en la cognición lo suficientemente significativa como para interferir en el funcionamiento diario e independiente. Aunque principalmente afecta a personas de mayor edad, no es una consecuencia inevitable del envejecimiento y las causas son infinitas.
Teniendo en cuenta las tendencias previstas en el envejecimiento de la población y el crecimiento de la población, se espera aumentar el número de personas con demencia. Este estudio es el primero en proporcionar una estimación por 204 países de todo el mundo. La previsión es que los adultos a partir de 40 años con demencia pasen de más de 57,4 millones de casos en 2019 a casi 153 en 2050.
A pesar de este incremento, la prevalencia por edades se mantiene estable en ambos sexos, aunque existen más mujeres con demencia y se prevé que la tendencia se mantenga en los próximos años. Se espera que los casos aumenten menos en la zona de Asia Pacífico y en Europa occidental, mientras que habrá más en el norte de África, Oriente Medio y África subsahariana, donde se espera que se produzca mayor aumento de la prevalencia.
Un aumento que, en la opinión del equipo investigador, subraya la necesidad de planes de salud pública y políticas para atender a las necesidades de este colectivo.
"Afrontar la magnitud de este crecimiento es crucial para planificar y priorizar los recursos de salud pública" asegura el equipo investigador mientras crece la evidencia de que los factores de riesgo que conducen al deterioro son potencialmente modificables.
De hecho, más del 40% de los casos actuales podría evitarse o retrasarse si se elimina la exposición a los 12 factores de riesgo conocidos hasta ahora: nivel de educación bajo, alta presión sanguínea, discapacidad auditiva, el tabaco, la obesidad a la media edad, depresión, sedentarismo, diabetes, aislamiento, consumo de alcohol excesivo, enfermedades mentales o la contaminación del aire. Entre ellos, fumar, la obesidad o la diabetes, el bajo nivel educativo y el acceso a la educación podría reducir la prevalencia en más de 6 millones de casos para 2050.
Por eso también piden un abordaje multidisciplinar, incluyendo intervenciones para afrontar los factores de riesgo, y que se invierta en investigar los mecanismos biológicos de la demencia. Un abordaje que será clave para hacer frente al aumento de personas afectadas.
El artículo es parte del Global Burden of Disease Study (GBD), un estudio epidemiológico observacional más completo del mundo hasta ahora que ofrece un recurso potente para entender los retos de salud cambiantes a los que se enfrentan las personas de todo el mundo en el siglo XIX. Está dirigido por el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME).
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"Afrontar la magnitud de este crecimiento de la demencia es crucial para planificar y priorizar los recursos de salud pública"