"A través de este estudio volvemos a poner el foco en las vivencias de personas con psicosis, y no tanto en sus síntomas"
¿Nos podrías definir que entendemos por identidad personal?
Definimos la identidad personal como la imagen que tiene la persona de sí misma y de la gente importante para ella. Es decir, la identidad personal no solo nos define a nosotros sino que también incide en como definimos a los demás. Por ejemplo, si yo tiendo a definirme de una forma rígida, en términos de blanco o negro (muy inteligente o muy tonto, muy tímido o muy extrovertido, etc.), es probable que tienda a definir los demás de la mismo forma.
¿Cuáles son las influencias que afectan a la definición de la identidad personal?
Es una mezcla de todo, a medida que vamos creciendo vamos construyendo nuestra propia identidad. En un primer momento la construimos basándonos en aquello que nos dicen los demás. Y poco a poco vamos añadiendo nuevos atributos, en función de nuestras experiencias de vida, y de cómo nos definen los demás. De este modo, podemos decir que vamos construyéndonos o describiéndonos basándonos en los distintos intercambios con los otros y nuestras vivencias. Esto un proceso continuo a lo largo de la vida.Si trasladamos la identidad personal al campo de la salud mental, vemos que por ejemplo recibir un diagnóstico de una enfermedad determinada, ya nos impacta directamente en nuestra forma de ver el mundo y afrontar el problema. Pero también presentar una sintomatología concreta, por ejemplo en la psicosis, tiene una relación con las características que definen la identidad personal. Concretamente queríamos ver su relación con los síntomas positivos y negativos.
¿Qué son los síntomas negativos y positivos de la psicosis?
Habitualmente los síntomas positivos de las psicosis son aquellos que más conoce la gente: delirios, alucinaciones, manía persecutoria, etc. Los podrías definir como aquel conjunto de características que no están presentes en la población sana. En cambio, los síntomas negativos es cuando la persona enferma deja de tener una función psicológica básica que está presente en la población sana. Una persona con síntomas negativos deja de tener motivación, sentir placer cuando realiza actividades cuotidianas, tiende a tener un nivel emocional pobre. Por ejemplo, cuando hablamos con ellos tienen una expresión facial plana, no expresa nada o muy poco en el intercambio humano, y también pueden hablar muy poco.
¿Qué tipos de relaciones visteis entre la identidad personal y el tipo de síntomas?
En el caso de los síntomas positivos vimos que los pacientes se sentían muy invalidados. Es decir, mostraban bajos niveles de autoestima y sentían que eran muy diferentes en relación con las otras personas de su entorno. Y por otro lado, tendían a describirse a sí mismos y a los demás de una manera más rígida, usando términos más extremos. Para que nos entendamos, se percibían como jueces de sí mismos y los demás.
En cambio las personas que tenían más síntomas negativos, presentaban una vida muy empobrecida y una percepción de sí mismos y los demás también muy pobre. Los pacientes tenían muy pocos amigos o ninguno, realizaban pocas actividades y muchos de ellos están aislados de la sociedad. Esto impactaba en la forma de verse a sí mismos y a los demás. Por ejemplo cuando les preguntábamos que atributos definían su persona, no sabían decirnos más de tres o cuatro.
Así pues en nuestro estudio vimos que determinadas características de la identidad personal están relacionadas con la tipología de síntomas en la psicosis.
¿Cómo podemos trasladar estos resultados a la mejora de la práctica clínica en salud mental?
Creemos que nuestros resultados tienen un impacto directo con la práctica clínica. Desde el inicio del proyecto muchos clínicos (psiquiatras, psicólogos, enfermeros, etc.) nos derivaban sus pacientes para incorporar al estudio, ya que le veían mucha relevancia dentro de sus tareas asistenciales. Con los resultados en la mano, podemos decir que gracias a nuestro estudio podemos hacer una aproximación más personal al paciente y crear una terapia específica más de acuerdo a su identidad personal. Hasta ahora, nos habían enseñado que el paciente con psicosis era una persona con un conglomerado de síntomas. Y muchas veces habíamos olvidado que detrás había una persona con sufrimiento y unas experiencias de vida. Lo que hemos conseguido con este estudio es volver a poner el foco en la persona, valorar cómo está viviendo su vida, como se ve a sí mismo y como está viendo su entorno.
Ahora nos planteamos reproducir en estudio con una muestra de pacientes con depresión, con controles sanos y también analizar si existen diferencias entre hombres y mujeres que padecen psicosis.