El riesgo de suicidio es el doble en jóvenes con problemas de seguridad alimentaria
El hambre es un problema de salud a escala mundial que, lejos de ser resuelto, aumenta año tras año. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el año 2017 se llegó a los 821 millones de afectados por malnutrición. Eso es 1 de cada 9 personas. La distribución de personas malnutridas se encuentra tato en países en vías de desarrollo como en los países desarrollados. Por ejemplo, en los Estados Unidos hay alrededor de un 14% de los habitantes que pasan hambre.
Si acotamos la población afectada y nos centramos en los niños y las niñas, la falta de nutrientes se traduce en un bajo rendimiento escolar y dificultades a la hora de aprender y relacionarse correctamente, así como problemas de salud mental como ansiedad, depresión y abuso de sustancias.
"Aun saber que el hambre está vinculado estrechamente con problemas de salud mental, hay pocos datos que analicen si existe alguna relación entre con los intentos de suicido en jóvenes", comenta la Dra. Ai Koyanagi, líder del estudio e investigadora del IRSJD · PSSJD.
Delante de esta situación, el equipo de investigadores estudio los datos de más de 180.000 jóvenes de 44 países distintos. Por un lado, se analizó si pasaban hambre y si esta situación era grave o moderada y, por otro, es estudió si el último año habían intentado suicidarse.
Los resultados demostraron que la inseguridad alimentaria estaba significativamente asociada con la tendencia de suicidio en 31 de los 44 países analizados.
Gracias a estos resultados, el equipo investigador ha puesto en relevancia que la seguridad alimentaria (hambre) puede ser un factor subyacente en los intentos de suicido, y que por tanto ha de ser un elemento a considerar por los profesionales de la salud.
En el ámbito de políticas públicas, los gobiernos deberían aplicar medidas para hacer frente a esta problemática, tanto a largo como a corto plazo, como: programas de nutrición, dar comidas en las escuelas o incrementar las inversiones en la agricultura, etc.
"El hambre es prevalente en todo el mundo independientemente de la riqueza del país. Nuestros resultados muestran que los jóvenes con problemas para cubrir sus necesidades alimentarias tienen el doble de posibilidades de cometer suicidio. Esto hacer que sea de vital importancia la aplicación de medidas dirigidas a evitar el hambre, sobretodo en este colectivo. De esta forma la salud mental globalmente se verá favorecida", concluye la Dra. Koyanagi.
Artículo de referencia
Koyanagi A, Stubbs B, Oh H, Veronese N, Smith L, Haro JM, Vancampfort. Food insecurity (hunger) and suicide attempts among 179,771 adolescents attending school from 9 high-income, 31 middle-income, and 4 low-income countries: A cross-sectional study. J Affect Disord. 2019 Apr 1;248:91-98. doi: 10.1016/j.jad.2019.01.033. Epub 2019 Jan 30.