"En los últimos años ha crecido el interés en conocer qué papel juega el entorno fetal en el desarrollo correcto del feto"
Alrededor de un 10% de los recién nacidos presentan un retraso del crecimiento fetal, un dato que se han mantenido en los últimos 15 años. Entre las muchas causas que lo provocan encontramos las condiciones que caracterizan el entorno donde ha vivido la madre durante la gestación.
¿En qué momento os comenzasteis a interesar por el estudio del retraso del crecimiento intrauterino?
Esta línea de investigación la empezamos, hace aproximadamente unos 15 años, ya que vimos que existía una prevalencia significativa de este trastorno entre nuestras pacientes. Pero también por la importancia que tiene a lo largo de la vida de estos niños; ya que no sólo afecta a nivel intrauterino, sino que puede afectar al desarrollo normal del niño y provocar trastornos en su vida adulta. Algunas de los problemas que se han asociado al retraso del crecimiento intrauterino se relacionan con el neurodesarrollo normal del niño. Así, decidimos centrar nuestros proyectos a estudiar porque la placenta de estos niños no presentaba una funcionalidad correcta. Gracias a estos estudios empezamos a ver que el entorno fetal podía jugar un papel clave.
Hasta el momento hemos visto una asociación directa entre el consumo de tabaco y alcohol con el retraso del crecimiento. El siguiente paso de nuestro proyecto es conocer qué alteraciones epigenéticas se producen en la placenta por culta del consumo de estos tóxicos, y como estos influyen en el retraso del crecimiento.
¿La integración dentro del proyecto BCNatal os marcó el inicio de esta nueva línea de investigación centrada en el entorno fetal?
La integración hace 4 años dentro del proyecto BCNatal, donde participa el Hospital Materno Infantil Sant Joan de Déu y el Hospital Clínic, nos permitió dar un paso más a nuestros estudios y poder introducir una nueva área de conocimiento: el entorno fetal centrado en el retraso del crecimiento. El proyecto BCNatal nos permite trabajar con una población de 6.500 partos al año, entre los dos hospitales, y dota a nuestra investigación de un carácter clínico y epidemiológico.
Además estamos analizando embarazos normales, a causa de la importancia que está tomando el entorno fetal dentro de la salud pública y los programas de prevención. Queremos conocer cómo puede influenciar este entorno en gestaciones normales, gestaciones con retraso del crecimiento y la prematuritat; además de estudiar el neurodesarrollo de estos niños.
¿Qué debemos entender cuando te refieres al estudio del entorno fetal?
El entorno fetal puede dividirse en dos tipos: el estilo de vida de la mujer y el environment (medio ambiente). El primero depende de los hábitos de la mujer embarazada como la influencia de la nutrición, el consumo de tabaco, alcohol, drogas y los fármacos. La otra no depende de la mujer, ya que no puede controlarlo de una forma directa, pero sí que los profesionales podemos advocar para incluir los problemas sociales, las políticas ambientales, etc. dentro de las políticas de salud pública. Aquí incluiríamos los contaminantes del agua, del aire y los contaminantes químicos: metales pesados, pesticidas, disolventes, etc. Ambos entornos influyen en el desarrollo normal del feto.
¿Así las políticas públicas sobre el medio amiente, los contaminantes, el uso de sustancias tóxicas, etc. juega un papel clave en la incidencia de determinados trastornos fetales?
A escala internacional, hace aproximadamente un año, que la Federación Internacional de Obstetricia y Ginecología muestra un gran interés en estudiar el entorno fetal. Y ha promovido la creación de una línea de trabajo centrada en el entorno y la salud reproductiva, de la cual formo parte. Esta línea busca promover la concienciación poblacional y desarrollar un plan de acción sobre la investigación, la educación y la política. Fruto de ello, hace unos meses presentamos un documento determinando una serie de consejos de salud y alarmas sociales y políticas para tomar consciencia sobre esta problemática. Y sugerimos a los gobiernos desarrollar políticas públicas para mejorar la calidad ambiental de nuestro entorno, regular el uso de pesticidas, etc.